San Judas Tadeo es uno de los santos más populares, a causa de los numerosos favores celestiales que consigue a sus devotos que le rezan con fe. En Alemania, Italia, América y muchos sitios más, tiene numerosos devotos que consiguen por su intercesión admira
ble ayuda de Dios, especialmente en cuanto a conseguir empleo, casa u otros beneficios.
Judas Tadeo aparece último en la lista de los doce Apóstoles de Jesucristo (Mateo 10:3, Marco 3:18). No sabemos cuándo ni cómo entró a formar parte de los discípulos. Lucas le llama «Judas de Santiago» (Hechos 1:13). Juan aclara: «Judas, no el Iscariote» (Juan 14:22). Esta distinción es necesaria dado a que el Judas Iscariote fue quien traicionó a Jesús.
«Judas» es una palabra hebrea que significa: «alabanzas sean dadas a Dios». Tadeo quiere decir: «valiente para proclamar su fe»
El Apóstol Judas Tadeo, «el hermano de Santiago», era probablemente el hermano de Santiago el Menor, se lo menciona así por la notoriedad de Santiago en la Iglesia primitiva «¿No es éste -se preguntan maravillados los habitantes de Nazaret, ante la fama que acompaña a Jesús- el carpintero… el hermano de Santiago y de Judas?».
Después de la Ultima Cena, cuando Cristo prometió que se manifestaría a quienes le escuchasen, Judas le preguntó porqué no se manifestaba a todos. Cristo le contestó que El y su Padre visitarían a todos los que le amasen: «Vendremos a él y haremos en él nuestra morada» (Juan, 14, 22-23). No sabemos nada de la vida de San Judas Tadeo después de la Ascensión del Señor y la venida del Espíritu Santo.
Se atribuye a San Judas una de las epístolas canónicas, que tiene muchos rasgos comunes con la segunda epístola de San Pedro. No está dirigida a ninguna persona ni iglesia particular y exhorta a los cristianos a «luchar valientemente por la fe que ha sido dada a los santos. Porque algunos en el secreto de su corazón son… hombres impíos, que convierten la gracia de nuestro Señor Dios en ocasión de riña y niegan al único soberano regulador, nuestro Señor Jesucristo». Es una severa amonestación contra los falsos maestros y una invitación a conservar la pureza de la fe. Termina su carta con esta bella oración: «Sea gloria eterna a Nuestro Señor Jesucristo, que es capaz de conservarnos libres de pecados, y sin mancha en el alma y con gran alegría».
San Judas Tadeo es uno de los santos más populares a causa de los numerosos favores celestiales que consigue a sus devotos que le rezan con fe, especialmente en cuanto a conseguir empleo o casa. San Brígida cuenta en sus Revelaciones que Nuestro Señor le recomendó que cuando deseara conseguir ciertos favores los pidiera por medio de San Judas Tadeo.
Con frecuencia se ha confundido a San Judas Tadeo con el San Tadeo de la leyenda de Abgar y se ha dicho que murió apaciblemente en Beirut de Edessa. Según la tradición occidental, tal como aparece en la liturgia romana, se reunió en Mesopotamia con San Simón y que ambos predicaron varios años en Persia y ahí fueron martirizados. Existe un presunto relato del martirio de los dos Apóstoles; pero el texto latino no es ciertamente anterior a la segunda mitad del siglo VI. Dicho documento se ha atribuido a un tal Abdías, de quien se dice que fue discípulo de Simón y Judas y consagrado por ellos primer obispo de Babilonia. Según dice la antigua tradición, a San Simón lo mataron aserrándolo por medio, y a San Judas Tadeo le cortaron la cabeza con un hacha y por eso lo pintan con un hacha en la mano. Por ello, la Iglesia de occidente los celebra juntos, en tanto que la Iglesia de oriente separa sus respectivas fiestas.
Hay varias leyendas sobre San Judas Tadeo propagadas por Eusebio que son poco confiables.
El devoto debe cuidarse de no caer ciertos abusos, como la «novena milagrosa» a Judas Tadeo que ofrece al devoto grandes recompensas económicas con la condición de que se hagan varias copias de ella y sean enviadas a un número de personas. Esta novena raya en la superstición y está centrada más en interés económico que en la búsqueda de la santidad.
San Judas, Apóstol de Cristo y Mártir glorioso, deseo honrarte con especial devoción. Te acojo como mi patrón y protector. Te encomiendo mi alma y mi cuerpo, todos mis intereses espirituales y temporales y asimismo los de mi familia. Te consagro mi mente para que en todo proceda a la luz de la fe; mi corazón para que lo guardes puro y lleno de amor a Jesús y María; mi voluntad para que, como la tuya, esté siempre unida a la voluntad de Dios. Te suplico me ayudes a dominar mis malas inclinaciones y tentaciones evitando todas las ocasiones de pecado. Obténme la gracia de no ofender a Dios jamás, de cumplir fielmente con todas las obligaciones de mi estado de vida y practicar las virtudes necesarias para salvarme. Ruega por mi Santo Patrón y auxilio mío, para que, inspirado con tu ejemplo y asistido por tu intercesión, pueda llevar una vida santa, tener una muerte dichosa y alcanzar la gloria del Cielo donde se ama y da gracias a Dios eternamente.
Apóstol gloriosísimo de Nuestro Señor Jesucristo, aclamado por los fieles con el dulce título de ABOGADO DE LOS CASOS DESESPERADOS, hazme sentir tu poderosa intercesión aliviando la gravísima necesidad en que me encuentro. Por el estrecho parentesco que te hace primo hermano de Nuestro Señor Jesucristo, por la privaciones y fatigas que por El sufriste, por el heroico martirio que aceptaste gustoso por su amor, por la promesa que el divino Salvador hizo a Santa Brígida de consolar a los fieles que acudiesen a tu poderosa intercesión, obtenme del Dios de las misericordias y de su Madre Santísima la gracia que con ilimitada confianza te pido a Ti, Padre mío bondadosímo, seguro que me la obtendrás siempre que convenga a la gloria de Dios y bien de mi alma. Así sea.
Glorioso Apóstol San Judas Tadeo, ruega por nosotros. (Repetir 3 veces)
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
San Judas Tadeo, intercesor de todo problema difícil consígueme un trabajo en que me realice como humano y que a mi familia no le falte lo necesario en ningún aspecto de la vida, que lo conserve a pesar de las circunstancias y problemas adversos. Que en el progrese mejorando siempre mi calidad y gozando de salud y fuerza. Y que día a día trate de ser útil a cuantos me rodean. Asocio tu intercesión a la Sagrada Familia, de la cual eres pariente y prometo difundir tu devoción como expresión de mi gratitud a tus favores.
Amén.
¡Santo Apóstol San Judas, fiel siervo y amigo de Jesús!, la Iglesia te honra e invoca universalmente, como el patrón de los casos difíciles y desesperados. Ruega por mí, estoy solo y sin ayuda.
Te imploro hagas uso del privilegio especial que se te ha concedido, de socorrer pronto y visiblemente cuando casi se ha perdido toda esperanza. Ven en mi ayuda en esta gran necesidad, para que pueda recibir consuelo y socorro del cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente… (haga aquí su petición), y para que pueda alabar a Dios contigo y con todos los elegidos por siempre.
Te doy las gracias glorioso San Judas, y prometo nunca olvidarme de este gran favor, honrarte siempre como mi patrono especial y poderoso y, con agradecimiento hacer todo lo que pueda para fomentar tu devoción. Amén.