Fileas pertenecía a una de las familias más nobles y más antiguas del bajo Egipto. Era originario de Thmuis, ocupó altos cargos, desempeñó funciones públicas y poseía amplios conocimientos filosóficos.
Probablemente se convirtió al cristianismo a la edad madura, siendo luego elegido obispo de su ciudad natal. Paralelamente, Filoromo ocupaba un alto puesto administrativo en Alejandría, y también él se convirtió al cristianismo tardíamente.
Ambos fueron hechos prisioneros al mismo tiempo y sin duda estuvieron en la mazmorra los últimos meses del año 306.
En este lapso, Fileas dirigió una carta a los fieles de su diócesis exhortándolos a seguir firme en la fe a Cristo aún después de su inminente muerte.
Posteriormente, los dos mártires fueron interrogados por Culciano, prefecto de Egipto y al mantenerse firmes a su adhesión a Jesús, fueron condenados a ser decapitados. Murieron el 18 de mayo del año 307.
FUENTE ACIPRENSA