Según un relato cincelado en una lápida de Colonia, en el siglo IV fue martirizado un grupo de doncellas cristianas. Cuatrocientos años después, los relatos sobre esas mujeres dieron lugar a esta leyenda. Úrsula, hija de un rey inglés, era cristiana, y se había fijado la fecha de su boda con un príncipe pagano. Para posponer las nupcias, abordó un barco junto con sus damas de compañía y emprendió una peregrinación a Roma.

En Colonia, ella y sus doncellas fueron atacadas por los hunos. Úrsula rechazó la propuesta de matrimonio del cabecilla de los bárbaros y todas fueron asesinadas. Es patrona de las jóvenes y colegialas.

Oh gloriosa santa Úrsula,
¡bendita Mártir de Jesucristo!

Virgen invencible y fuerte,
que despreciando las riquezas
y dignidades de este mundo por amor a Dios,
fuiste tan feliz como para dar tu vida por El,
ayuda a los que con fe recurrimos a ti,
ayuda a tus devotos en la vida y en la muerte,
acógeme bajo tu poderosa protección
y líbrame de los peligros del mundo.

Santa Úrsula bendita,
que guiando a once mil vírgenes
hacia un destino incierto y no deseado,
infundiste esperanza en sus corazones atribulados
y animada de un valeroso espíritu y fervoroso celo,
supiste resistir las amenazas del tirano
y preferiste el martirio cruel y la muerte
antes que faltar a fe de tu divino Esposo,
concédeme encontrar la felicidad que ansío,
intercede, te ruego, ante el trono de Dios
y preséntale mis suplicas,
mis dificultades y problemas en el amor,
para que me auxilie y me alcance
lo que hoy tanto preciso:

(hacer la petición).

¡Oh gloriosa mártir santa Úrsula!
cuya muerte fue un acto de la caridad más perfecta,
ruega por mi ante el Señor
y consigue que mis peticiones sean atendidas,
pídele que me favorezca en mis necesidades amorosas
que alivie mis penas y sufrimientos,
y que, en su misericordia, me alcance
lo que a bien convenga a mi alma en esta vida,
y por la gloria de los cielos en la otra,
en el nombre de Dios Padre, Dios Hijo,
y Dios Espíritu Santo.

Amén.

FUENTE ACIPRENSA