Este Pontífice se hizo famoso por haber redactado y hecho grabar los epitafios o lápidas en los sepulcros de muchos famosos mártires de las catacumbas de Roma.
De familia española, el santo fue secretario de los Pontífices, San Liberio y San Félix, y al ser elegido Papa, en el año 366, hizo honor a su nombre, que significa «domador», porque tuvo que sofocar una sangrienta rebelión que se levantó en Roma contra él.
Tuvo como Secretario al gran San Jerónimo, a quien le encargó que tradujera la S. Biblia al idioma popular, conocida con el nombre de «La Vulgata», y que fue empleada por la Iglesia Católica durante cerca de 15 siglos.
La tradición señala que el Papa San Dámaso fue el que introdujo en las oraciones de los católicos el «Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén».
Durante todo su pontificado se preocupó por conseguir que los obispos de todas las naciones reconocieran al Sumo Pontífice de Roma como el obispo más importante del mundo.
Murió el 11 de diciembre del año 384 a la edad de 80 años. Fue sepultado en la tumba que él mismo se había preparado humildemente, alejado de las tumbas de los santos famosos de Roma. Después construyeron sobre su sepulcro la basílica llamada San Dámaso.
Oh glorioso Papa san Dámaso, que junto a san Jerónimo tanto hiciste por el cristianismo y amaste fielmente a la Iglesia en los tiempos difíciles, mandaste traducir la Biblia al idioma popular, diste gloria y promoviste el culto de los numerosos mártires que entregaron la vida por su fe haciendo grabar sus nombres para que no fueran olvidados en lapidas en las catacumbas de Roma, alzaste iglesias y catedrales y nos legaste, entre otras, la oración:
«Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén», yo quiero glorificar a la Santísima Trinidad contigo y pedir tu intercesión para alivio de mis males.
Oh venerable y ejemplar San Dámaso, que por tu digna, leal y virtuosa vida y los sufrimientos en tu suplicio mereciste estar junto a los elegidos de Dios, te rogamos tu valiosa ayuda y protección para conseguir de Dios Nuestro Señor mitigue y haga desaparecer nuestras cargas y sufrimientos, que Él sabe son muchos y lo que nos afligen; pide por los que llegamos a ti con esperanza, y que tus oraciones nos sirvan para conseguir del Altísimo los bienes y favores necesarios para dejar atrás todo lo que nos hace padecer, en especial solicitamos que nos sea concedido:
(decir el problema y la solución que se quiere conseguir).
San Dámaso bueno y distinguido, esperamos confiadamente tu auxilio y protección, para salir adelante en estos momentos difíciles, atiende sin demora nuestro pedido y ruega encarecidamente a Dios no deje de asistirnos, pues sin Él, que es todo misericordia y bondad y está atento a las desgracias e infortunios de sus hijos, no es posible que salgamos de tanta pena.
San Dámaso bendito, intercede con tu generosidad y pide auxilio ante la Santísima Trinidad para mitigar nuestras necesidades y carencias, nuestras adversidades y problemas.
Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con Dios Padre, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.